Hace décadas se pensaba que eran malos para el colesterol, pero no es así. Ahora se recomienda consumirlos enteros por su calidad proteica, beneficiosa para el mantenimiento de los músculos. No solo la clara, sino también la yema
Dos estudios publicados en el ‘National Center for Biotechnology Information’ -NBCI- de EEUU señalan los beneficios de los huevos consumidos con clara y yema,tanto para adelgazar de forma saludable, especialmente en el desayuno, como para mantener fibra muscular. El primero de ellos, ‘Egg breakfast enhances weight loss‘, señala que «la saciedad se asocia positivamente con el contenido de proteína, fibra y agua de los alimentos, y negativamente con las puntuaciones de grasa y palatabilidad. Sin embargo, dentro de los grupos de alimentos, puede haber hasta una doble diferencia en los valores de saciedad, lo que sugiere que ciertos alimentos provocan mayor saciedad, independiente del contenido de macronutrientes o la densidad de energía»
Comenzar el día con huevo tiene un mayor efecto saciante, lo que se traduce en una menor ingesta calórica en el almuerzo
Son mejores alimentos que cualquier suplemento deportivo a base de proteína de los que se suelen utilizar para actividades deportivas intensas. Existe además evidencia de que, al contrario de lo que se pensaba hace algunas décadas, no son perjudiciales para el colesterol, sino incluso buenos para el corazón. Y en el caso del desarrollo muscular, no solo la clara es buena -tal y como se ha defendido durante años-, sino también la yema. La preparación es muy variada y no afecta a sus propiedades, por lo que ya sean escalfados, revueltos o cocidos -fritos son menos recomendables-, son indicados en el caso de la primera comida del día para obtener energía, favorecer la menor ingesta de alimentos entre horas y para una dieta alta en proteína.
«Un huevo es un buen alimento para adelgazar ya que tiene un índice de saciedad 50% mayor respecto al pan blanco o los cereales con leche. Comparado con un desayuno de rosquillas isocalórico de igual peso, el huevo presentaba un mayor efecto saciante, lo que se tradujo en una menor ingesta calórica en el almuerzo. La disminución resultante en el consumo de energía duró al menos 24 horas después del desayuno».
No puede considerarse, sin embargo, un alimento ‘milagro’. El estudio matiza que este efecto se observa cuando se sigue alguna dieta baja en calorías: «Los resultados muestran claramente que cuando no se sigue ningún tipo de dieta, el desayuno con huevos no produjo pérdida de peso». En cualquier caso, lo que sí apuntan los investigadores es que el efecto saciante y el resultado de un desayuno rico en proteínas es compatible con una reducción de peso en comparación a uno basado en carbohidratos. Y aunque matizan que «la proteína adicional del huevo es importante para el peso, su contribución depende también del resto de la ingesta proteica a lo largo del día».
Mantenimiento muscular
En cuanto a su efectividad para el rendimiento muscular, los autores del otro estudio del NBCI, ‘Consumption of whole eggs promotes greater stimulation of postexercise muscle protein synthesis than consumption of isonitrogenous amounts of egg whites in young men’, explican que «la estimulación por medio del ejercicio de las miofibras del músculo junto a la ingesta de los huevos enteros potencian las tasas de síntesis de proteínas, en comparación con cantidades isonitrogenadas de claras de huevo en jóvenes. En cambio, la proteína dietética puede mostrar propiedades anabólicas diferenciales en el tejido del músculo esquelético cuando se consume dentro de su matriz natural de alimentos integrales. Además, el consumo de alimentos ricos en proteínas en forma de huevos enteros y claras de huevo mejora en todo el cuerpo el balance neto de proteínas respecto a fuentes similares de proteínas aisladas como, por ejemplo, el suero de leche y la caseína«.